viernes, 14 de junio de 2013

Soundtrack Versión 40 Años


Hoy que llego a mis 40 años, comparto este relato al estilo de un soundtrack personal, como los especiales que hace Cesar Miguel Rondón para el Circuito Éxitos y que tanto me gustan, en los que pregunta a sus invitados sobre la música que marcó sus vidas. Todos comenzamos escuchando la música de otros, al interactuar sea con la familia, amigos o simplemente conocidos. Puedes escuchar la música en medios públicos, inclusive pueden regalártela, pero llegará el día en que conseguirás tu propia música, esa que disfrutas especialmente en soledad, mucha la sigues escuchando todavía, otra no, pero queda en el recuerdo inclusive asociada a un lugar o una persona.

Según me cuentan de meses sacudía la cuna al escuchar la Dimensión Latina, específicamente la canción “Que Bailen To´s” del álbum “Triunfadores” (1973). Sin embargo mi primer recuerdo musical es la canción “El Telefonito” del álbum “Popy” (1977) del más famoso payaso venezolano. Otro disco de mi infancia que también recuerdo es “Sopotocientos” (1979) además de la canción principal de ese programa educativo venezolano, también la canción “Necesito”. De las series de televisión son muchas pero resaltaría por su influencia posterior "Erase una vez el hombre", que sembró en mi mente la “Tocata y Fuga en Re Menor” de Johann Sebastian Bach (BWV 565), aunque la primera vez que la escuché fue en la película “Fantasía” de Disney una adaptación espectacular para orquesta sinfónica de Leopold Stokowski.
Coro de Niños EDUCATEL - Sopotocientos - Portada [1979]


La música que mis padres escuchaban era principalmente la Orquesta Billo´s Caracas Boys, Los Melódicos, Oscar D´León, La Dimensión Latina y El Super Combo Los Tropicales entre otras agrupaciones de música bailable. Mucha música instrumental (easy listening) principalmente las orquestas de Ray Conniff y Paul Mauriat. Mucha música venezolana, pero no recia: Juan Vicente Torrealba, Simón Díaz, María Teresa Chacín, Aldemaro Romero, Serenata Guayanesa sólo por nombrar los principales. Escuchaban boleros, rancheras, pero nada de música académica, ni jazz, ni rock, quizás lo más cercano, música pop de los 60´s y de los 70´s: Stevie Wonder, Tom Jones, Nino Bravo, Julio Iglesias y José Luis Rodríguez, por mencionar los más resaltantes para mí. Otros familiares cercanos me dieron acceso a Willie Colón y Rubén Blades, Michael Jackson, Donna Summer, Barry Manilow, Guaco y finalmente unos primos me dieron acceso al metal de Iron Maiden y Kiss.

Con la llegada de la adolescencia, entre amigos se empieza a comentar sobre música que te identifica, aunque es tiempo de seguir modas, también de explorar y conocer otras realidades. Tener tu propio equipo de sonido en tu cuarto, te daba la libertad de escuchar tu música cuando y al volumen que querías. Comenzar a escuchar estaciones de radio juveniles en mi caso la preferida era Satélite 1430AM. A finales de los 70´s y comienzos de los 80´s era el tiempo del new wave y de las minitecas en las fiestas. Es improbable en esos tiempos no haber bailado en una fiesta canciones como “Billie Jean” (1982) de Michael Jackson, “Holiday” (1983) de Madonna, “Miss Me Blind” (1983) de Culture Club, “Sweet Dreams (Are Made of This)” (1983) de Eurythmics, “Out Of Touch” (1984) de Hall & Oates o “Conga” (1985) de Miami Sound Machine.




En 1983 comenzó mi afición por la música, se convirtió en mi primer pasatiempo, de allí en adelante la expresión cambió a: “Más contento que niño con disco o cassette nuevo”. De moda estaba el “Canto al Ávila” de Ilan Chester, de su álbum “Canciones de todos los días” (1983) que escuchaba completo y significó un descubrimiento sonoro determinante en mi gusto musical, además fue el primer artista que seguí, comprando cada álbum. Sin embargo ese mismo año al hablar de música con unos primos mayores, me retaron a escuchar música para hombres, nunca olvidé el susto que me dieron, apagando la luz de su cuarto para que viera un afiche de Kiss con ojos fluorescentes que brillaban en la oscuridad, aunque más me asustaba escuchar el comienzo de la canción de Iron Maiden “The Number of the Beast” (1982), yo no entendía inglés pero resultaba terrorífico y viendo la carátula del álbum, pensaba estoy haciendo algo malo, sin embargo esa música sonaba bestialmente y me grabaron un cassette de Iron Maiden y Kiss, así fui iniciado en el rock pesado.



Estaba de moda el videoclip de la canción “I Love It Loud” de Kiss, y meses después de verlo logré todo un reto que mi papá me comprará el álbum “Creatures of the Night” (1982), ya la cosa se ponía un poco más difícil por las carátulas, precisamente por esta razón en ese tiempo no era posible comprar un álbum de Iron Maiden. Ese año recuerdo el álbum “Llena tu Cabeza de Rock ´83” que traía la canción “Cum On Feel The Noize” de Quiet Riot entre otros grandes éxitos. Ese mismo año por primera vez escuché la que más tarde sería mi banda favorita Rush, la canción “Anthem” el álbum “Fly By Night” (1974) fue impresionante pero era muy complejo para mí en ese momento, sucedió en casa de mi profesor particular de matemáticas, él era baterista compartía música y me prestaba su batería si resolvía bien mis asignaciones.




Al año siguiente mi papá me regaló mi primer Walkman con un cassette del álbum “Heartbeat City” (1984) de la banda The Cars, el que trae la canción “You Might Think” que estaba pegadísima. Me regalaron varios discos en mi cumpleaños resaltando “1984” de Van Halen el de la canción “Jump” que para mí se convirtió en una de mis favoritas por mucho tiempo. Ese año vi en la televisión un comercial del álbum “HardRock ´84” (1984), se lo pedí a mi tía Nilda y me complació, incluye mi canción favorita de Dio “Don´t Talk The Stranger” de su álbum “Holy Diver” (1983), entre otras buenas canciones, también incluía la primera canción de Rush que poseería “The Analog Kid” de su álbum “Signals” (1982) este si era un sonido más amigable para mí.



Después de siete párrafos, soy consciente que no puedo seguir escribiendo con tanto detalle, pues me extendería demasiado, muchas historias las he contado en este blog musical, haciendo click sobre algunas palabras claves en este texto, puedes acceder a otras publicaciones para profundizar. Afortunadamente no dejé de escuchar diferentes estilos de música, pues me hubiese perdido el movimiento pop venezolano o el merengue de los 80´s. Descubrir la esencia musical de Sting más allá de su gran éxito “Every Breath You Take” (1983), lo que permitió interesarme en el jazz, un símbolo de ello es una de mis canciones favoritas “Englisman in New York” (1987). También me hubiese perdido lo que estaba sucediendo con el Rock en Español, Soda Stereo hizo temblar a Latinoamérica, recuerdo mi primer álbum “Ruido Blanco” (1987), de Soda es difícil escoger una canción, pero “Cuando Pase El Temblor” es tan importante e inclusive el videoclip lo considero histórico. Sin embargo lo primero que escuché del rock en español, fue Miguel Ríos su álbum en concierto “Rock & Rios” (1982) y su versión del “Himno de la Alegría”.




Comprar un álbum en disco, cassette o disco compacto, implicaba el esfuerzo de ahorrar y escoger muy bien en que invertir, al menos para mí era así. La radio y la televisión local eran los medios exclusivos para conocer nueva música, con un retardo de meses que no podría precisar, lo mismo sucedía con las empresas disqueras y lo que decidían comercializar en el país. Un canal alterno eran los amigos que tenían la oportunidad de comprar en el exterior, los que tenían televisión por satélite o como siempre los que tenían otra música, esos contactos podían grabarte una copia, ese intercambio musical era muy interesante. Recuerdo una vecina de origen argentino con la que conocí Supertramp. Aún conservo un cassette de clásicos del jazz grabado por el amigo de un amigo de mi papá. Otro amigo de la familia y vecino me grabó un cassette con el álbum “Stories Without Words” (1987) de la banda Spyro Gyra, que después fue uno de los primeros discos compactos que compré, en ese primer momento la canción que me gustó fue “Nu Sungo”.




Hablando entre melómanos se acostumbra referir música del pasado y así también comencé a buscar los orígenes, no sólo era conseguir la música sino bibliografía del rock: Chuck Berry, Elvis Presley, The Beatles, Jimi Hendrix, Led Zeppelin, Queen, The Police sólo por nombrar algunos. Comprar libros sobre los artistas y también el género para poder guiarme en la escucha, especialmente del jazz: Louis Armstrong, Duke Ellington, Count Basie, Miles Davies, Clifford Brown, The Dave Brubeck Quartet, John Coltrane, Wes Montgomery entre otros. Por otra parte comencé a escuchar el jazz latino especialmente a Paquito D´Rivera el primer álbum que tuve “Tico! Tico!” (1989), también al pianista dominicano Michel Camilo  precisamente de su álbum “On Fire” (1989)  la primera canción "Island Stomp" también fue mi primera canción favorita de ese género. En cuanto al jazz clásico fue “Indiana” del álbum “The Chicago Concert” (1956) de Louis Armstrong. 
   


Me grabaron en 1989 un cassette con mi primer álbum de Rush “Exit…Stage Left” (1981), ese álbum en concierto comienza con la canción “The Spirit of Radio” que se convirtió en mi favorita de esta banda, que para ese momento era sólo una referencia importante. Luego me compré el álbum recopilatorio “Chronicles”(1990) y con el paso del tiempo toda la discografía de esta banda, me fui identificando con su mensaje libertario, tanto como de su impresionante virtuosismo musical, inclusive me introdujo a la bibliografía de Ayn Rand y al rock progresivo.



Mis dos últimos años de bachillerato fueron grandiosos, esos recuerdos están asociado al Metal que estaba de moda, especialmente Hair Metal, Glam Metal y el Sleazy: Europe, Mötley Crüe, Guns and Roses, Poison, Bon Jovi, White Lion, Skid Row, Def Leppard, Tesla, Extreme en mi caso sólo por la canción “More Than Words” (1990) que es un recuerdo muy especial para mí. Por ese tiempo descubrí el álbum “Passion and Warfare” (1990) de Steve Vai y comencé a seguirlo. También otras bandas aprovecharon esa escena abierta a este tipo de música: Aerosmith, Whitesnake, AC/DC, Metallica, Van Halen con el álbum “For Unlawfull Carnal Knowledge” (1991) uno de mis favoritos. Así como Scorpions que después del Moscow Music Peace Festival (1989) aumentaron su popularidad. A su vez del rock venezolano de ese tiempo: Sentimiento Muerto y Zapato 3 principalmente.
  



A partir del año 1992 me propuse escuchar la música académica, recuerdo me compré una colección de 10 volúmenes titulada “100 Masterpieces 1685 – 1928” (1991) de LaserLight Digital. Comprar la revista Amadeus, aprendí algo pero no lo suficiente, sin embargo de todo lo que escuché lo que más me gustó es la música barroca y en especial la obra de JohannSebastian Bach, preferiblemente interpretado por Karl Richter, quien afortunadamente me fue referido por alguien que conocía más sobre este tipo de música. Mi obra predilecta son los “Conciertos de Brandenburgo” (BWV 1046 – 1051). Entre tantas obras clásicas es especial para mí la Quinta Sinfonía de Beethoven y ahora la celebrada grabación debut de la Orquesta Juvenil Simón Bolívar.  También me gusta la música de Chopin, en especial por las interpretaciones de la pianista portuguesa Maria-João Pires, como es usual me conecté con los nocturnos, en mi caso primero los escuché interpretados por Arthur Rubinstein.



Muy poca música he dejado de escuchar, por el contrario siempre he tratado de ampliar mi gusto musical, pero no sólo por curiosidad, sino para que esa música genere emoción. Respecto a la música folklórica venezolana llegué a través de una especie de puente que unía el territorio de la música académica con el clásico vals mundialmente conocido “Natalia” entre otras obras interpretadas por Luis Quintero rindiendo un “Homenaje a Antonio Lauro” (1987) ese álbum es una verdadera joya musical. Luego crucé otro puente desde el territorio del jazz hacia la Onda Nueva de Aldemaro Romero, esto me confirmaba que yo buscaba arreglos más estilizados y no recios. Por otra parte pero no muy distante del relato anterior, descubrir la agrupación Esamble Gurrufío que es aceptada por el auditorio recio, siendo una expresión tradicional y de un altísimo nivel de ejecución, lo primero que escuché fue la canción “El Cruzao” (1994) del álbum del mismo nombre. Y no podían faltar las tonadas de Simón Díaz que es una representación musical sublime de Venezuela.



Siempre familiarizado con la música de Rubén Blades, junto a Willie Colón. En la radio, en la televisión, en la fiesta siempre presente en Venezuela. En un álbum compilatorio anglosajón venía la canción “Muévete” (1985) de su nueva banda Seis del Solar me gustó esa canción, la considero otro precedente, pero no fue hasta que escuché “Rubén Blades y Son del Solar...Live!” (1990) que comencé a coleccionar su música. No me considero un fanático de la salsa, pero puedo escucharla y bailarla, en este generó me interesó la música de Luis Enrique una canción especial “Mi Mundo” (1989) yo compré su álbum “En Vivo” (1992), luego descubrí la parte más jazzy con Tito Puente como por ejemplo su álbum “El Rey” (1984).



Es increíble después de siete párrafos no quería extenderme, escribí ocho más y me falta tanta música que relatar de estos cuarenta años. Hay una canción con la que me siento muy identificado, me ha gustado siempre y la he usado como mensaje para los alumnos que me invitaron a su última clase, la canción “The Greatest Love Of All” (1977) interpretada por George Benson, la letra de Linda Creed es simplemente un mensaje de independencia y libertad, me gusta esa versión por el tempo y los arreglos tan hermosos que se hicieron a la música de Michael Masser totalmente inspiradora esa canción. Canciones que me recuerdan a alguien especial están publicadas en una lista en la columna derecha de este blog, allí están sin especificar la asociación, pero cada una de ellas puede identificar su canción, aunque no necesariamente sea una canción favorita de esa persona. Como en el caso de mi hijo Aarón David, cuando faltaba poco para que naciera, vi la película “Tarzán” (1999) de Disney,  de allí sale la canción  “You´ll be in my heart” de Phil Collins me gusta más la versión en inglés para recordar lo que significó el nacimiento de mi hijo en el año 2003.

Mención aparte para la música que he considerado un reto y han significado para mí un crecimiento, comenzando por el álbum “A Love Supreme” (1964) de John Coltrane, luego el álbum “In the Court of the Crimson King” (1969) el primero de la banda King Crimson, una verdadera obra maestra, escuchar esta banda es un descubrimiento de sonidos y ritmos. También el álbum “Mekanik Destruktiw Kommandoh” (1973) del baterista Christian Vander y su banda Magma que me fue sugerido y realmente aún me cuesta escuchar completo ese álbum. El álbum "American Pie" (1971) de Don McLean, quizás no sea un reto musical, pero significó un crecimiento cuando presté atención a sus letras. 


Actualmente sigo escuchando a Rush con su nuevo álbum "Clockwork Angels" (2012). Por otra parte, descubrí la banda venezolana Luz Verde con su álbum “El Final del Mundo Vol.1” (2012) me gusta mucho y a mi hijo le gusta más. Pero el músico que más ha captado mi atención en este nuevo siglo es Steven Wilson, hay una canción especial “Veneno para las Hadas” de su primer álbum solista “Insurgentes” (2009). A este músico lo conocí en su banda PorcupineTree una canción clave “The Sound of Muzak” del álbum “In Absentia” (2002). De mi país ha sido Pablo Gil un embajador del jazz venezolano, además de improvisar con los sonidos de mi país, constantemente participa en intercambios musicales propios del género que han quedado registrados en cada álbum propio o en los que ha participado como invitado, la primera canción que me gustó fue "Símbolos" (2004) de su segundo álbum con el mismo título.   



Cesar Miguel Rondón, culmina sus programas preguntando al invitado por una canción como sonido para su futuro. En este sentido, mi papá siempre me dijo que llegaría el momento en mi vida que escucharía esos boleros al estilo “para cortarse las venas”. He llegado a los 40 años y más bien me visualizo escuchando en mi vejez mayormente jazz o música académica. Sin embargo pensando en la música para los futuros 10 años, espero cambios en los sonidos y ritmos, dos canciones sirven como precedentes: “Shout” del álbum “Songs from the Big Chair” (1985) de Tears for Fears o la canción “No Zone” (1986) de The Chick Corea Elektric Band. Pero la seleccionada es “The 2nd Law:Unsustainable” del álbum “The 2nd Law” (2012) de la banda inglesa Muse, tiene que venir un gran cambio.
A continuación las canciones referidas y otras más: